Muchas veces tenemos ganas de cambiar un poco nuestro look, no sólo en cuanto al tamaño del cabello, sino que a veces es necesario algo más drástico, como un cambio en la coloración. Sin embargo es importante tener en cuenta algunos detalles para asegurarnos que esa nueva tonalidad nos asiente y no nos endurezca las facciones.

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Primero debemos tener en cuenta el color de nuestra piel. Si tu piel es muy blanca es conveniente optar por tonos fríos como el champagne, arena, rubio cenizo o marrones fríos.

Por el contrario, en pieles de tonalidad amarilla, la coloración que queda mejor es la de tonos dorados o rojos.

Si eres pelirroja original y quieres darle más vida a tu cabello y que luzca natural escoge entre rojos cobres y rojos azulados como el borgoña.

MECHAS ROJAS

Como todo en la moda, las tendencias en color del cabello también cambian, y últimamente vemos que el rojo es una opción muy popular. Sin embargo no debemos pasar drásticamente de un marrón o negro a un rojo sin antes probar si nos queda bien. Una forma fácil de hacer esto es teñir un mechón de cabello de la parte de atrás de la cabeza. Así podremos ver la tonalidad resultante en nuestro cabello, ya que nunca queda como se muestra en la caja del tinte.

Si tienes la complexión para un cambio así, entonces recuerda que el color rojo es el más difícil de mantener. Debes considerar que la tonalidad cambiará con cada lavado así que debes estar preparada a que el color pierda cada vez más intensidad y se aclare mucho. Para evitar esto puedes escoger un tono rojo más oscuro al color originalmente pensado.

Una vez que ya hayas cambiado el color de tu cabello comprueba si necesitas más maquillaje que antes, si sí lo necesitas entonces el color escogido no fue el conveniente ya que el color del cabello debe resplandecer la tonalidad de tu piel y por lo tanto no es necesario utilizar un maquillaje muy fuerte.

Si no quieres teñir todo tu cabello pero sientes que necesitas darle vida de alguna manera, prueba haciéndote unos rayitos o mechas. Estos pueden ser en tonos rubios o rojos dependiendo de si prefieres una tonalidad ceniza o dorada. Los rayos o mechas encienden el look, revitalizándolo.

Todo cambio de color significa hidratación extra para el cabello, ya que los químicos usados pueden resecarlo. Por eso se recomienda un tratamiento hidratante semanal en casa.

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