Existen muchos truquillos caseros que logran ayudarte a lograr unos dientes cada vez más blancos. Por supuesto, la higiene diaria es elemental, pero además de eso logras cepillarte los dientes con agua y bicarbonato de sodio, para luego terminar enjuagándote con agua fría. Asimismo, si tu sensibilidad lo admite, logras frotar tus dientes con un trocito de limón.

En el caso de que tus dientes estén muy amarillos por la coca-cola o café una excelente solución es frotarlos con un algodón impregnado en agua oxigenada.

Otros trucos para lograr unos dientes blancos es combinar una fresa con una pizca de bicarbonato de sodio y frotarte los dientes con esto. Finaliza la operación enjuagándote la boca con una infusión de romero.

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