Es aconsejable no llevar las sombras en polvo en el bolso, ya que el ajetreo diario puede llegar a partirlas. Las sombras en crema no deben estar cerca de fuentes de calor. Aplicando las sombras con un pincel húmedo (cualquiera que sea su textura) ayudará a prolongar su uso y proporcionará un efecto más uniforme.