Para las creencias de muchas mujeres, no es costoso realzar nuestra belleza gracias al maquillaje ya que uno mismo puede hacer su propio maquillaje (Maquillaje caseros) y son muy sencillos de realizar, como si se trataran de una receta de cocina o un remedio casero común.
Si aún no se siente convencida, quizás esto la convenza; una de las ventajas más importantes del maquillaje casero aparte del ahorro de dinero, es el beneficio que le damos a nuestra piel evitando colocarle químicos que a veces no suelen ser compatibles o beneficiosos para ella. Gracias al maquillaje casero logrará tener un cutis suave y terso a pesar de su edad.
Lo primero que debe hacer es limpiar muy bien su cutis y para eso también se puede utilizar productos naturales como la leche. Moje de leche un algodón y frótelo con suavidad sobre su rostro y cuello, luego tonifique con perejil o manzanilla que habrán sido hervidos anteriormente en agua. Empape de nuevo en algodón y frote sobre su rostro y luego dese golpecitos con la yema de los dedos para así activar su circulación.
Luego y por último, utilice un tronco de aloe vera (Puede ser pequeño), que después de haber sido pelado y masajeará su rostro y cuello con el gracias a la pulpa de la planta.
Después de haber limpiado su cutis procederá con la elaboración del maquillaje casero. Para un colorete cremoso: Disuelva medio puño de polvo de talco hipo alergénico sin aroma y colóquele unas gotitas de colorante vegetal que usted desee y cuando esta mezcla esté lista utilice un frasco hermético y aplique.
Para el rímel casero: Se logra hacer gracias a una barra de regaliz negro y un poco de agua. Se empapa la punta del regaliz en el agua y luego cepille con un peine de rímel que tenga después de terminar.
Para el delineador: Use 50 gramos de parafina, vaselina y lanolina, luego derrite a fuego lento y mezcle todo junto con unas gotitas de metilparabeno añadiendo unas gotas de colorante hasta que usted consiga el tono que desee.
Para lápiz labial: Use unas gotas de aceite de almendra, medio frasco de cera de abejas y medio vaso de jugo de remolacha. Coloque la cera de abeja en baño de maría hasta que se derrita, luego agregue el aceite y el jugo de remolacha y mezcle bien y cuando esté lista la mezcla colóquela en el congelador hasta que se cuaje y luego use.