Es bueno hacerse los fuertes, y no dejarse abatir por cualquier mal paso, o por cualquier negación.

Es bueno reírte asimismo cuando se ríen de ti, o reírte de tus propias desdichas. Es bueno aguantarse golpear a alguien, cuando ese alguien es un soquete, aunque se lo merezca.

Pero asimismo es bueno llorar de vez en cuando.

No es bueno reprimirte siempre.

Eso que te incomoda tienes que sacarlo de tu sistema, eso que te angustia, lo que te da ineficacia.

Que si no lo sacas, que por no llorar un momento, por no pretenderte ver débil, estas vigorizándote por dentro. Convirtiéndote en un artefacto.

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