Liso
Visto al microscopio, este tipo de pelo tiene una estructura cilíndrica. Es más fuerte y resistente que el pelo rizado y, como está pegado al cuero cabelludo, tiende a engrasarse más, lo que hace más pensado. Refleja perfectamente la luz, lo cual le da una apariencia más brillante.
Rizado
Visto al microscopio, tiene una estructura aplanada. Tiende a ser débil, quebradizo y se enreda más. Al formar ondas que se alejan del cuero cabelludo, recibe de este menos sebo, por ello tiende a ser seco. Debido a la estructura de la cutícula que lo recubre, no refleja bien la luz, por ello suele ser opaco.
Pasos esenciales
- Limpieza
En el cabelludo se acumulan muchas partículas que, además de restarle brillo, suavidad y volumen, impiden la correcta oxigenación del cuero cabelludo; es decir, de la piel que cubre la cabeza. Si la higiene es suficiente, las probabilidades de contraer cualquier infección, naturalmente aumentan.
Hasta hace no mucho tiempo existía el falso mito de que el cabello no debe lavarse todos los días. Este argumento se apoyaba en la constatación de que, al lavarse diariamente, aumenta su pérdida. Hoy este mito ha sido desterrado; si bien es cierto que se observa una mayor caída del cabello, esto es porque la manipulación que se hace al lavarlo aquellos pelos que ya se habían desprendido son retirados de la cabeza. De hecho, a los médicos aconsejan un lavado diario, al igual que el del resto del cuerpo, empleando un champú suave si el pelo es normal o alternándolo con uno específico en caso de pelo graso, caspa o cualquier otro problema.
El pelo puede lavarse a diario sin temor a que se vuelva más débil ni más graso.
- Exfoliación
La exfoliación debe realizarse una vez por semana y tiene por objetivo hacer una limpieza más profunda. Para llevarla a cabo se pueden emplear productos que contengan sustancias beneficiosas para el pelo o el cuero cabelludo (anticaspas, refrescantes, suavizantes, etc.).
- Aplicación de suavizante
Con el lavado, los cabellos pierden parte de la grasa que los recubre, por ello resulta difícil desenredarlos. Los suavizantes sirven para solucionar este problema, ya que los lubrican suavemente y facilitan su peinado. Deben ser utilizados después de cada lavado.
- Enjuague
Es muy importante retirar los restos de los productos que han sido aplicados en el lavado o en el cuidado especial que se haya hecho (por ejemplo, mascarillas), ya que la película que forman sobre el cuero cabelludo impide que este absorba cualquier otro producto. Si bien el pelo puede enjuagarse con abundante agua clara, también pueden hacerse productos específicos para ello aprovechando las cualidades beneficiosas de sus ingredientes.
- Nutrición
Los tónicos capilares son productos destinados a fortalecer el cabello. Pueden aplicarse antes o después del lavado, según contengan ingredientes muy activos o más bien suaves. Algunos son específicos y apuntan a combatir problemas: caspa, caída, exceso de grasa, etc. Otros se limitan a nutrir el pelo para que crezca sano y fuerte.