La danza árabe no requiere de movimientos bruscos, contorsiones o de tener un determinado tipo de cuerpo para practicarla. Esta danza la puede realizar cualquier mujer sin importar peso, edad o complexión.
Al igual que cualquier ejercicio esta danza provee muchas ventajas físicas al momento de realizarse tales como:
- Corrección de la postura
- Moldeo de los brazos, las piernas, la cadera, la cintura y los glúteos, además de proporcionar mayor tonicidad a la piel.
- Fortalece el vientre, ayudando a su disminución.
- Afina la silueta, ya que la cintura se define de manera notoria
- Redondea y endurece las caderas al igual que los glúteos.
- Tonifica las piernas y las pantorrillas, dándoles mayor definición a los músculos.
- Mejora la circulación sanguínea, ya que cuando trabajas los músculos necesitas mayor cantidad de oxígeno, y el sistema circulatorio trabaja para dárselo, así que el corazón late con mayor rapidez haciendo que la sangre fluya con más intensidad limpiando las células de toxinas y creando un mejor rendimiento metabólico
- Disminución de peso (aprox. 250 kcal se queman por hora)
- Ayuda a eliminar la rigidez del cuerpo gracias al trabajo que se realiza con cada parte del cuerpo tales como cadera, caja torácica, pecho, hombros, cabeza…, etc. Permite el desbloqueo, la fluidez y la coordinación.
- Reducción de la presión sanguínea. Estudios han probado que el ejercicio es un tratamiento idóneo para la alta presión de la sangre, a su vez, reduce el estrés siendo una de sus causas la alta presión.
- Es un excelente ejercicio para la preparación antes del parto y para la recuperación tras el nacimiento del bebé
- Ayuda a disminuir los dolores menstruales, así como, a mejorar el funcionamiento del aparato digestivo, ya que los ejercicios y el movimiento de cadera ayudan a movilizar músculos internos que favorecen a la disminución de los dolores de la región.